martes, 24 de julio de 2018

Instrucciones para mi Funeral


Ilustración de Beksinki (1929-2005)

Para A. U.

Cuando yo muera
haced que el aire sea mi arena.
Cuando yo muera, embadúrnate en turquesa, como esta noche.
Y deja suspirar mi cuerpo
con mis cirios, las estrellas,
con tus lágrimas florales,
el ataúd más bello
que las maderas celestiales.

Cuando yo muera
dame el olvido como sudario.
Deslizad la tiza en mis mejillas
y jugad una rayuela con todas las palabras que he callado.
Pero mantén esa sonrisa.
Tus labios serenos serán el notario
del testamento de mis cenizas.
Sólo tú sabrás que os he dejado.

Cuando yo muera
el silencio de mi sangre resuene.
Repique su melodía en tus orejas
de piercings enfloradas...
                                          Te escude y te proteja
del dolor y la pena, con su eco de indiferencia.
porque tu sonrisa esboza
la fantasía de la eternidad. A todo da -consuelo o- sentido
hasta a lo efímero en la mortalidad.
                                                                  Así,

cuando yo muera
sea tu turquesa mi testamento.
Nunca manche tu piel el luto
porque el amor es una cadena
y el "adiós" una adivinanza del abismo.
Porque, luciérnaga, tú eclipsas hasta la luz.
Entonces no te disfraces de noche.
Mantén tu vuelo nimbada y crepuscular,
cuando yo muera.

Eduard Ariza

8 comentarios:

  1. Querido Eduard, me alegro mucho de que vuelvas a escribir; espero poder leerte con más asiduidad. Por cierto, creo que el presagio del abismo puede adivinarse tanto en un "adiós" como en un simple "hola". Un abrazo fuerte, T.

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  2. Compartido en Twitter. Me alegra que hayas vuelto a escribir poesía. Me gusta el estilo, me ha recordado a " viaje definitivo" de Juan Ramón Jiménez.

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    1. ¡Muchas gracias! Aunque no creo que yo sea tan bueno como el poeta de Moger. En realidad estoy a años luz.

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  3. Gracias por compartir tu mundo interior con los demás. Tu esencia es muy valiosa. Y, por su puesto, tu estilo poético intachable.
    Me ha gustado esta oda al amor y a la muerte a la par. A menudo olvidamos que vivimos como inmortales.
    Por favor, sigue deleitándonos con tus palabras.
    Un abrazo.
    Alma

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  4. Eduard, leerte es una delicia. Tan conmovedor como sobrecogedor,luz y oscuridad.Eres armonía.

    Gracias por compartirlo.

    Bárbara Murcia.

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    1. Muchas gracias por leerlo y por tu amable comentario.

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