jueves, 14 de mayo de 2020

Insomnio iluminado


Coro de farolas, muges de noche
luces sepulcrales. Sueñas el alba
vibras eléctrico. Mientras insomne
velo como tiznas mis paredes blancas.

Áureo escupitajo de tus sombras
música silente de tus cristales
párpados en aleteo extenuante
plúmbea y alzada está mi persiana.

14 de mayo de 2020
Eduard Ariza

miércoles, 16 de enero de 2019

El Idiolecto del Amor


Los amantes de René Magritte

Para A...

Idiolecto: (Dicc. RAE): conjunto de rasgos propios de la forma de expresarse de un individuo.

Discreta y llamativa
                                    como un espíritu de aromas.
Dos claves de ceniza, en tus labios, tintineaban.
Nube hecha mujer ¿quién ató tus alas de mirlo?

La maldición de las palabras y los símbolos.
La maldición plúmbea que de las caricias
brota dunas de hastío.
                                     El estanque obsceno
de una vida que no avanzaba.

¿Quién desnudo tus alas de sus cadenas sedosas?
Ahora quebrado en navajas lunares
tu espejo de la cotidianidad dibuja imprevistos.

Capea tu piel entre las sábanas el abuso del orgasmo
Y hasta la náusea del remordimiento se diluye
entre la efervescencia de la sangre… Mientras tu gemido
se hace brisa de vuestro cuarto sellado.

Pero regresará el tatuaje de la angustia.
Ya no se tintará en las dunas del olvido
sino en la saliva de los silencios…

Regresa la maldición de las palabras…
                                                                Silente,
desangelada. Ya no se descuelga de charlas insulsas,
sino de la palabra callada.
                                            Pero escucha sus silencios.
Deshoja la hiedra del miedo.

Su fuego sabe a almíbar. Hay mucho espejismo en su acero.
A su manera, tan callando,
                                               ya te ha dicho te quiero.
Ya te ha dicho, seré el cielo de tus alas. 

16 de enero de 2019
Eduard Ariza

viernes, 4 de enero de 2019

Sombra blanca de desamor



Para S...

La tristeza resbala por tus mejillas
(y no siempre son lágrimas).
                                                      En el fracaso
cualquier proyecto se embarra en delirio.
Sobre todo, el amor sin correspondencia.

Te besa el abandono con tus propios labios.
En llamas de ceniza la rosa del vacío
con tus memorias proyecta sombras oscuras.
Pero blanca es la sombra del desamor

porque su presencia marcará esa ausencia
del cuando que se hizo nunca.
Tranquila,
                    el cansancio envenena hasta al dolor
y de un nuevo encuentro se te prepara la espera.

4 de enero de 2019
Eduard Ariza

miércoles, 2 de enero de 2019

Postmodernidad



Vorágine de impotencias
te llaman postmodernidad.
Tu basurero de frustraciones
lo ocultas tras tu espejismo de comodidad.

Y con la gangrena del lucro
deliras la mente del pobre
para que defienda su condición de esclavo.
No sea que por un casual -casi imposible-
                                                                      se convierta en amo.

Confundes vínculos con ataduras.
Así anhela nuestro espíritu
vestir tu bruñido anillo de hierro
portador de la náusea del aislamiento.

Así, enfermos de incertidumbre,
de miedo a la pobreza y a la desgracia,
las migajas ya nos saben a banquete.
Tus lánguidas horas empequeñecen a la persona...

Casi somos huérfanos de humanidad y trascendencia.
Sólo un vivir sumando...
                                         Sólo un vivir descontando
días y horas.
¿Dónde guardé las briznas de la esperanza?

Eduard Ariza


sábado, 10 de noviembre de 2018

Adicto al Trabajo

Franz von Stuck nos ilustra a Sísifo, titán condenado a subir una roca a una montaña, tarea imposible de completar, porque al llegar a la cima, la roca se le resbalaba y volvía a caer al pie de la montaña.


"Te ganarás el pan con el sudor de tu frente" Génesis 3:19

Soy mi propio carcelero.
El páramo lunar de este escritorio
teje para mí su celda.
Sisíficas y modernas, las hojas de la agenda
de las horas del reloj funden cadenas.

La fragancia del mundo
me concedí un permiso para gozarla.
Y aquí he vuelto.
                         Cansado del insoportable y pasajero
sabor del placer.
Elegí esta desolación. Elegí la libertad de ser mi esclavo.

10 de noviembre de 2018
Eduard Ariza

martes, 24 de julio de 2018

Instrucciones para mi Funeral


Ilustración de Beksinki (1929-2005)

Para A. U.

Cuando yo muera
haced que el aire sea mi arena.
Cuando yo muera, embadúrnate en turquesa, como esta noche.
Y deja suspirar mi cuerpo
con mis cirios, las estrellas,
con tus lágrimas florales,
el ataúd más bello
que las maderas celestiales.

Cuando yo muera
dame el olvido como sudario.
Deslizad la tiza en mis mejillas
y jugad una rayuela con todas las palabras que he callado.
Pero mantén esa sonrisa.
Tus labios serenos serán el notario
del testamento de mis cenizas.
Sólo tú sabrás que os he dejado.

Cuando yo muera
el silencio de mi sangre resuene.
Repique su melodía en tus orejas
de piercings enfloradas...
                                          Te escude y te proteja
del dolor y la pena, con su eco de indiferencia.
porque tu sonrisa esboza
la fantasía de la eternidad. A todo da -consuelo o- sentido
hasta a lo efímero en la mortalidad.
                                                                  Así,

cuando yo muera
sea tu turquesa mi testamento.
Nunca manche tu piel el luto
porque el amor es una cadena
y el "adiós" una adivinanza del abismo.
Porque, luciérnaga, tú eclipsas hasta la luz.
Entonces no te disfraces de noche.
Mantén tu vuelo nimbada y crepuscular,
cuando yo muera.

Eduard Ariza

viernes, 29 de septiembre de 2017

Elegía a las víctimas de la “Ballena Azul"

Resultado de imagen de ballena azul

Nadie abre sus venas, sin antes desangrar su alma,
hasta la última gota, hasta que el alma sólo sea una segunda sombra.
Caprichoso dolor del abandono, impones el vértigo de la depresión,
ese que te hunde en el suelo.
                                               Alimentas la locura,

esa solitaria macabra que parasita el pensamiento.
Engorda devorando los sesos que anida. Paciente y letal
el dolor muta en odio. Desprecian sus víctimas las lágrimas
que ungirán sus cadáveres.
                                               Hasta las ansiarán con anhelo.

Susurros asesinos chateados por internet. Foros como mataderos
disfrazan la sangre de miel. ¿Quién teclea la crisálida del suicidio?
¿Cuál fue la primera navaja? Epidemia de temerarios y dolientes
una vocación de sucumbir emborrona el intelecto.
                                                                                  A ti no te entendemos…

Siniestro cetáceo, sangriento enigma sin respuesta.
¿Eres locura? ¿Eres dolor? Causas dolor.
                                                                       ¿Eres egoísmo? ¿Eres sombra de espíritu
con colmillos de plomo? Penoso estigma de una época en que lo próximo,
lo más amado, se vuelve desconocido. Sin darte cuenta, ya es invernadero del peligro.

29 de septiembre de 2017

Eduard Ariza