La quemadura del hielo.
Esa fue mi primera impresión de tu ser.
Y fueron tus ojos densos de oscuridad
los que rompieron mi frialdad.
Aquellos ojos tan sedosos de luz
No imaginaban cuantas fantasías
trazaron desde ti mis pasiones
en menos de un segundo.
Nunca supieron al cerrarse
que cuando tu boca tocó la mía
se agitó en mi interior
una complicidad dormida hace tiempo.
Cuando la desnudez de tu cuerpo
inundó la mía
una ataraxia de erotismo
a través de tu tacto encendió mi esperanza.
31 de Julio de 2014
Eduard Ariza
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