sábado, 23 de julio de 2016

De vuelta a casa


Tú y yo estamos pisando
los adoquines perdidos de niebla.
El abrigo acaricia
con sigilo nuestros disfraces rotos.

Las farolas con sus ojos como ángeles
atrapan en los cristales su voz.
Nosotros, vistas ciegas,
nos vamos apagando
al compás de la blanca luz eléctrica.

Quiero cegar mis ojos
en el mapa de sombras de tu rostro.
Necesito ese abrazo tuyo dulce.
Y mis palabras huyen
entre los túneles de las lombrices…

Ya solo quiero llegar a mi casa.
Abrazarme a mis libros.
Dolerme de tu olvido y recordar
las nubes que contamos solos
sentados en la hierba.

6 de junio de 2013
Eduard Ariza

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