sábado, 23 de julio de 2016

Pletórico

Para Thaïs

Mientras irrumpe el azul
en ágiles pinceladas marinas
frente a nosotros pasan
con la brisa en quietud
los barcos de velámenes sedosos.

Recuerda sin duda alguna
a una sucesión de cuadros perfectos
alternados en un cinematógrafo
por la mano de Dios.
Pero entonces… ¿Y tú?

Pequeña violeta persa de carne
¿quién empaña tus ojos en marrón?
Ese brillo sutil
chispa redentora de los festivos
terminados con speed y cristal
persiste en tus pupilas
y casi ahoga el sonido del mar.

Hablamos de la vida:
Entre las historias de alcoba y llanto
fluyen las memorias.
Si no fuese tan rápido
nuestro tiempo en traernos experiencias
nos suicidaría el peso
que duele en el recuerdo.

Esta lección
                  de tu vida yo tomo.
La escribo en oraciones de sangre.
Su tristeza sensual de cosa ignota
late en mí sin infartos.

Con la salida de la Luna, la Mar
ennegrece sus colores.
Con su plata volátil
alumbra la posición de sus olas.

Remolinos de esferas
constelaciones del segundo cielo,
construid un cometa
en la cresta de la ola más espesa.
Escriba él los futuros
de quines bordeando playas pedimos
la vida en versos largos.
Embarquemos tú y yo.
Usemos la noche y su negrura.
Burlemos el horizonte
para llegar al cielo
en una barca a remos.

Eduard Ariza

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